LA SUBLEVACIÓN INMÓVIL
Ir del signo a la cosa significada es
profundizar en el mundo.
André Malraux
24 y 25 de octubre
El primer día del Juicio a los imputados me llevé toda la mañana sin hacer nada, aunque ese nada no es del todo correcto, sería mejor decir que se trataba “sólo” de acompañar. Y eso hice, pero como las horas eran muy largas, decidí ir a la biblioteca de Mérida para sacar el libro que mi amigo Antonio Orihuela me había recomendado de Antonio Gamoneda, se trataba de Blues castellano. El libro, como tal, no estaba; por lo que me decidí por Esta luz, una antología que recoge su obra de 1947 a 2004. En este libro es donde me encontré este poema:
De la quietud, un pájaro,
a impulso de su canto,
pensativo se alza.
Y, de pronto,
ya no hay pájaro: lluvia,
cristal vivo, hacia arriba
crece.
Alguien tiende
su mano silenciosa,
alguien está diciendo
adiós, adiós sin palabras.
El poema es de Sublevación inmóvil, el primer libro que publicó Gamoneda en 1960, su apartado 3 está encabezado con la cita con la que abro esta entrada.
Por la tarde, mientras pasaban los primeros testigos, empecé a leer Sublevación inmóvil en un banco del pasillo de entrada a la sala 2 donde se celebraba el Juicio.
Al día siguiente volví a leer otra vez el mismo poema infinidad de veces, esperando que alguien desde dentro de la Sala de Audiencia tendiese la mano silenciosa. No ocurrió nada.
He montado el video 247 vs. 12 ó… la soledad con las imágenes que grabé ayer y antesdeayer. Mientras lo montaba veía esa “sublevación inmóvil” que el poeta vio en la España de los años 50.
En aquel pasillo estaba mucha de la gente que el 30 de septiembre de 2005 se sublevó con sus gritos. La denuncia por atentar contra la Autoridad fue a parar a los 11 imputados concretos, pero creo que de la misma forma podía haber ido contra cualquiera de esas personas que ahora se siguen sublevando en ese pasillo con silencio y respeto.
Este Juicio es contra todos ellos, los 247 son los 11 imputados. El video recoge lo que vi en la Audiencia Provincial de Mérida.
El Fiscal reduce la petición de pena de cárcel de tres a dos años y la acusación retira los cargos sobre la imputada Manuela García.
Cuando terminó el Juicio, la gente felicitó a los imputados, yo hice lo mismo. Me dirigi a Manuela García y me comentó que la jueza había dado la última palabra a los imputados por si querían añadir algo más. Ella dijo:
“para mí no es importante que haya una sentencia que me declare inocente porque sé que lo soy desde hace seis años, pero nadie podrá reponer la condena que he pasado durante este tiempo”.