Trabajadores agrícolas

Casi todos ellos cuentan con otros trabajos. También realizan labores tercerizadas o externalizadas de los ya jubilados/as. Pocos son jornaleros. Lejos del paradigma industrial, trabajan a tiempo parcial. El trabajo agrícola asume, hoy, las características propias de las formas posfordistas de organización del trabajo en su forma particular de producción y vida.

Cotización

Mayoristas, almacenistas, cooperativas y distribuidores, son los encargados de la venta de semillas certificadas. Variedades con elevadas proteínas, de gran calibre y producción, de gran resistencia al encamado y mejor ahijamiento y encaño. Esas semillas aquí rondan los 0,66 euros/kg para las  R-1 y 0,44 euros/kg para las R-2.

otros tres

12 octubre

Esta semana visité una exposición en la que había una habitación dedicada a William Morris y se exponían varios bordados. Justo la semana pasada Oki me había estado enseñando algunos de sus bordados porque yo le había dicho que me gustaría aprender a bordar. Nos enseñó una tela con muestras, una toalla y una cartera. Dice que ese tipo de bordados no se ven por ahí, que no son para vender porque esa labor no se puede pagar. Yo pensaba que Oki ya no bordaba porque tenía el recuerdo de que antes la veía bordar sentada en el porche afuera de su casa y hace mucho que no la he visto, pero ya no sé si quizás lo imaginé por las ganas que me daban de hacerlo a mí, o de que ella lo hiciese, o de que alguien lo haga. Dijo que su hija nunca ha querido aprender.

Alejandro había metido los caracoles en una jaula que está colgando de un olivo afuera de su casa. Dijeron que si los hubiese dejado metidos en la bolsa del Corte Inglés, se la habrían comido. Yo me había pasado toda la semana imaginando a los caracoles tratando de escapar de esa bolsa. Me acordé de una vez, en casa de mi abuela cuando era pequeña, que metí un caracol en un tarro de cristal, con la tapa cerrada pero con huequitos. A la mañana siguiente el tarro estaba vacío y pensé que de algún modo el caracol pudo escapar, no pensé que mi abuela lo hubiese tirado. Me quedo pensando que lo de ahora ha sido igual, pero al revés.

Ayer, 21 de octubre, todavía seguían en la jaula, pero que esta semana ya los preparan dijo Alejandro.

Fuimos a pasear por las partes que están más cerca del río y que no se usan para cultivar. Había unas flores que parecían azafrán, le pregunté a Chele y dijo que antes se comían los bulbos, que ellos les decían flor de semente porque sale en tiempo de siembra. Lo he mirado en Internet pero todavía no sé si eran Crocus o Colchicum. También encontramos un vidrio del mismo color que la flor.

Cuando viví en San Francisco, una de las cosas que aprendí a comer fueron los sandwiches de mantequilla de almendras con plátano. En la finca hay almendros hace tiempo pero sólo el año pasado se me ocurrió comerme esas almendras. Quise poder comer otra vez esos sandwiches así que averigüé cómo hacer la mantequilla. Desde entonces cada vez que voy a la finca paso bastante rato cascando almendras. El año pasado en vez de venderlas todas me dejaron a mi un cubo lleno (no sé de cuantos kilos). Este fin de semana he terminado con esas, justo a tiempo para empezar a cascar las de este año. Dicen que este año no van a vender ninguna para que me las coma yo todas. Yo quiero compartir mi mantequilla pero no me imagino a Chele, Oki, Alejando o sus hijos comiendo esos sandwiches, aunque quizás es un prejuicio sin sentido. Pienso que tengo que hacer algo que sea normal aquí así que voy a intentar hacer mazapán.

 

Ciento y pico litros creo que cayeron. Último fin de semana de septiembre.

Este fin de semana fuimos otra vez a la finca. Yo pensaba que cuando era pequeña venía casi todos los fines de semana pero mi hermano dice que venían él y mi padre y que mi hermana, mi madre y yo nos quedábamos en Madrid. Además dice que a mi no me gustaba mucho. Desde hace unos tres años he empezado a venir bastante.

Este fin de semana ayudamos a Alejandro a coger caracoles. Los buscamos en las adelfas que rodean el jardín. Íbamos Alejandro, su hija Jessie, mi sobrino Pedro y yo. Llenamos una bolsa del Corte Ingles.  Este fin de semana mi padre no vino porque estaba resfriado, cuando lo llamé el domingo por la mañana le conté sobre los caracoles y me dijo: “Los caracoles de abril, para mí. De mayo, para mi hermano y de junio, para ninguno”. Me dijo que habíamos hecho mal porque los que habíamos cogido eran los que habían sobrevivido al calor del verano y a los venenos de la siembra y que ahora que salían contentos con la primera lluvia, los cogíamos, y que así luego ya no iban a haber.

En la finca ahora viven cuatro familias, dos españolas y dos rumanas. Oki y Chele son los encargados, están en la finca desde el principio. Pepa, Alejandro y sus tres hijos cuidan los animales y las plantas. Los tres hijos están todavía en el colegio. Elena y Joan han sido los últimos en llegar, son rumanos, electricistas, vinieron para cuidar las placas solares que instalaron en parte de la finca hace unos cuatro años.

Vive otra familia de rumanos, ella se llama Micaela y no tengo claro si su marido es Bioré. Me enteré de que vivían ahí por mis sobrinos, mis sobrinos tienen 4, 5 y 6 años y han ido casi todos los fines de semana de sus vidas. Ellos hablaban de Micaela y saludaban a Bioré y yo no tenía idea de quienes eran. Creo que Bioré está contratado por la gente que tiene ahora alquilada la tierra de labranza, no sé cuantos años hace ya que no se encarga de eso mi padre.

Mi padre compró la finca a mediados de los ochenta. Está al lado del rio Tajo, el pueblo más cercano es Calera y chozas. Hay unos motores en el Tajo que sacan agua, la finca es de regadío, en la foto aérea se pueden ver unos círculos, son las zonas que cubren los “pivotes”, pero en el terreno yo nunca había entendido que fuesen en círculos.

Que yo recuerde en los últimos 30 años se ha sembrado maíz, remolacha, guisantes, alfalfa, melones, girasoles. Además en una de las esquinas mi padre plantó pinos. Había una subvención por entonces, creo que de las que si dejabas de cultivar tierra te ayudaban a plantar arboles. Cada vez ha plantado más arboles, o transplantado, pero creo que esos pinos son los únicos subvencionados. Ahora ya están grandes, incluso está ya cortando algunos para que los que quedan se hagan más grandes. En la carretera de regreso a Madrid he visto zonas con pinos que no están podados como los nuestros. Dice mi padre que esos los plantó la gente para conseguir el dinero de la subvención pero que ya no los cuidan, tienen ramas hasta abajo.